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CRÍTICA A MI ENTRADA: ¿UN DETECTOR DE METALES EN SSSS?

"Creo que con el desarrollo del espíritu crítico llegaremos a comprender finalmente, no únicamente nuestras vidas, sino la vida de todos"

(Óscar Wilde)


El pasado 17 de julio escribí una entrada (firmada de manera conjunta con Aman Hamoudi) relativa a los acontecimientos vividos en Granada a raíz de la presentación de mi libro Diez Historias Asombrosas. La entrada se titulaba: ¿Un detector de metales en servicios sociales?


Aunque la entrada funcionaba bien por redes, yo sentía que algo no iba bien, así que hablé con Eva María Juan Toset, decana del Colegio Oficial de Granada y mi referente en estas lides, quien me confirmó mis sospechas. En su opinión habíamos dado una imagen estereotipada de Distrito Norte, una imagen que dignificaba muy poco a la gente que vivía allí, y es esa imagen la que se perpetúa una y otra vez a través de los medios: una imagen violenta y excluida, cuando a aquellas gentes se les había robado la identidad y habían sido olvidadas por la administración pública: -“Yo he sido trabajadora social del Barrio del Príncipe en Ceuta, y ahora trabajo en Distrito Norte y jamás he sentido miedo a la hora de realizar mi trabajo. Si hubiera sido así lo hubiera dejado”-. Aquella conversación fue toda una revelación.

Esa misma tarde recibí un comentario en Facebook de Victoria Galindo Herrera, directora del Centro Municipal de Servicios Sociales Comunitarios de Distrito Norte, en el que corroboraba la visión de Eva: - “Es un texto cargado de estereotipos, que mete a todo el territorio y sus habitantes en el mismo saco (…)”-.


Hemos de puntualizar que aunque ese post recoge lo que nos dijeron, lo que vimos y lo que sentimos aquellos días en las calles que visitamos (no nos inventamos nada) sí que consideramos que habíamos podido confundir a la gente de Granada. Nunca fue nuestra intención mezclar el documental que estamos realizando desde el Canal de lo Social sobre Precariedad en Trabajo Social con el territorio y este quizá ha sido un error de cálculo que no tuvimos en cuenta.


Reconocer los errores es un signo de humildad y de madurez, así que, con bastante amargura y un tanto de vergüenza, contacté con Victoria Galindo para que nos diera su visión. Esta entrada se basa tanto en nuestra primera conversación, en la que se me congeló la oreja del móvil por el frio glacial de la misma, como en una entrevista posterior en la que disfruté y aprendí mucho de esta gran profesional de quien su equipo dice: “lo da absolutamente todo por su equipo y la adoramos. Nos cuida y nos protege. Ha luchado y lucha contra todo lo que cree injusto y no le importa plantearle dos banderillas a quien haga falta si con ello protege a su equipo y a su población. Una mujer bandera.”- Doy fe (con las banderillas puestas).


Cuéntanos, Victoria: ¿Qué crees que hicimos mal en el post o qué es lo que menos te ha gustado?


No llevar el problema al territorio…

Llevar el debate del desmantelamiento, la precarización, la falta de voluntad política por apostar por este sistema, nuestra situación en general y como nos ha llevado a tener, desgraciadamente, que manifestarnos y desarrollar acciones de vindicación colectiva como trabajadores, que no estamos pidiendo ningún derecho laboral si no que creemos que estamos defendiendo el sistema y que llevemos ese debate a las condiciones en las que se encuentra ese territorio con una versión muy parcializada. Creo que hacemos un flaco favor al movimiento SOS servicios sociales y al territorio.


Sí. Mea Culpa. En ningún momento pretendimos eso. En el blog se recogen las vivencias en común de ese fin de semana, pero no era intención nuestra mezclar esas opiniones que recibimos de diversas fuentes con el documental que estamos preparando sobre precariedad y trabajo social. Más cosas que no te gustaron…


El título del post. Resume en una frase lo que queremos transmitir. Que el título sea: “¿Un detector en servicios sociales?” ya es indicativo. Hay detectores de metales en casi todos los edificios públicos de acceso colectivo.


En este sentido he de decir que recogimos las opiniones que suscita la existencia del propio arco entre las profesionales de Granada. Cuando pones un detector de metales es por un motivo de seguridad. ¿En tu opinión es necesario ese arco en el centro?


Pues mira yo tengo también opiniones a favor y en contra. Ese arco de seguridad lleva instalado casi veinte años. Se instaló porque antes había una comisaría de policía local. Y el arco se desactivó. Estuvo sin funcionar casi once años hasta el año 2015. Yo me incorporé al centro en el año 2010 y hacía varios años que había debates sobre qué hacer con el arco de seguridad. Existen diferentes opiniones y yo como trabajadora de este centro, y también como directora, tengo opiniones a favor y otras en contra de que ese arco esté funcionando. Pero yo tengo que tomar decisiones por responsabilidad, intentando que sean lo más consensuadamente posible.


Lo que sí sé, es que durante 2016 hubo un hecho en que un usuario/a con un problema grave de salud mental vino al centro con un arma. Sin ninguna intención de agredir a nadie, pero era una persona que en ese instante estaba descompensada. Fue algo puntual y que la policía tuvo que reducir. En ese momento la opinión mayoritaria, la que más pesó, fue poner el arco en funcionamiento. No fue una decisión sine die, sino que hemos ido valorando con el tiempo o qué tipo de efectividad y de impacto ha tenido el arco de seguridad.


Ahora bien, las personas a estas alturas, ya tienen muy interiorizado que cuando acceden a edificios públicos deben pasar por arcos de detección de metales. Hace veinte años era impactante, ya que sólo lo tenían los juzgados y las comisarías, pero hoy en día está normalizado.


Tienes razón. En Madrid está muy extendido en edificios oficiales, en medios de transporte como el AVE y en los espacios deportivos y lúdicos. Pero en servicios sociales es más raro.


Pero no dejan de ser edificios públicos. Además, otra cosa que no nos gustó del post (al equipo directivo) es que desde nuestro punto de vista no veíamos clara la conexión que tenía grabar en las instalaciones del centro con el movimiento SOS servicios sociales. En nuestra opinión es desviar el foco y poner la mirada en otra cosa. Se desvirtúa el objetivo y es dar argumentos a los políticos para que miren hacia otras cosas.


Entiendo lo que dices. Con respecto a las instalaciones considerábamos que era importante trasladar la realidad en la que se está trabajando, ya que el documental recoge las experiencias de distintos movimientos que se están dando en toda España. Existen compañeras que no tienen ni ordenadores, ni salas de archivo, ni dependencias para atender. Para nosotros es vital mostrar esta realidad: ¿tú consideras que son adecuadas las instalaciones del Centro para la intervención profesional?


No. No son adecuadas. Es el centro en peores condiciones de toda la ciudad. Se están adoptando medidas de mejora, y parece que se va a demoler el edificio desde los cimientos a través de fondos europeos.


En 1987, cuando Milagros Mantilla de los Ríos Manzanares, con la que he tenido el placer de trabajar más de diez años era concejala, comenzó a montar las primeras unidades de trabajo social. Ella era además trabajadora social pero apenas tenía apoyos institucionales. Al año siguiente se trajo a las primeras UTS este edificio porque fue lo que encontró en ese momento.


Más cosas que no te hayan gustado…


Pues que se diga que Distrito Norte es uno de los barrios más peligrosos de España. Ya ha habido un precedente en el que un medio fue condenado precisamente por decir esto. Sin existir datos oficiales al respecto. No sé cuál es tu fuente…


Bueno, pues en este sentido no hay más que buscar en internet, son muchos los medios de carácter nacional, regional y local los que perpetúan este dato[1].


También se insinúa que un usuario disparó a las rejas antibalas del centro. Eso no se sabe. Nadie sabe quién lo hizo y la mayoría de las veces se trataba de perdigones.


También hay imprecisiones en el texto como que el distrito está compuesto por ocho barrios, son siete y no hay que llamarlos barriadas porque puede llevar a error. Además, no somos una zona, somos un distrito. Llamarlo zona es de por si estigmatizante.


En texto decís que los edificios de los barrios “destilan un aroma a decadencia y abandono” son los que tú has visto. No todos son así. Lo mismo se puede aplicar a las personas con las que os encontrasteis. No se puede generalizar. Se puede decir: “algunas calles… algunos edificios especialmente de tales zonas…” pero no la generalidad.


Sí. Tienes razón. Una de las cosas por las que estamos hablando es porque creo que hice mal en generalizar con respecto a lo que vi. Tú eres vecina del barrio, y tus padres viven allí: ¿Cuánto llevas viviendo en el distrito? ¿Cuéntame cómo es tu barrio?


Desde el año 95. Mi barrio, el de Cartuja, es un barrio bonito, popular, es el barrio más grande del distrito y el que más población tiene. Es un barrio muy diverso ya que los primeros vecinos son de mediados de los años 80 y después se ha poblado con muchas personas más jóvenes. Hay mucha población de origen extranjero por lo que es un barrio muy cosmopolita y que tiene muchos servicios de proximidad. Yo todo lo que necesito lo hago en mi barrio, tiene mucha vida de comercio. Es un barrio con mucha vida, con gente en las calles. Un barrio muy bonito.


Sí que me dijiste que hay dos o tres calles más conflictivas que es por lo que al final tiene esa mala fama el distrito.


Sí y tienes razón en las que hay dos o tres calles, o zonas pequeñas formadas a su vez por dos o tres calles, que concentran población en alta exclusión pero que son consecuencia de la nefasta política de solución habitacional que ha desarrollado el Estado Español y sus diversas administraciones a lo largo de setenta años.


Es un problema que viene de lejos…


Claro. La zona de la Paz, algunas parcelas del barrio de Cartuja, la de Molino Nuevo y rey Badis, concentran a población en muy alta exclusión generada por la política pública que ha creado ese gueto. Estas personas sufren las consecuencias de estar totalmente abandonadas por el Estado. Son personas excluidas por el sistema. Ya lo decía Marco Marchioni cuando el “Estado desaparece no desaparece el poder”. Son personas abandonadas.


Me dijiste ayer que era un post sensacionalista y amarillista. A veces mostramos esta imagen, de las trabajadoras sociales como salvadoras y quizá no sea la más adecuada. ¿Cómo crees que nos debemos mostrar?


Yo creo que quien esté en esa tesitura que se la haga mirar porque es de primero de trabajo social. Si necesitamos proyectar esa imagen narcisista como profesionales sobre la realidad social en la que intervenimos poniendo sólo el foco en las deficiencias, o en los puntos negros con los que nos encontramos en vez de las potencialidades que puede tener el territorio para ver desde dónde trabajar, para mejorar, para hacer a la población consciente de su propia problemática y que desarrollen sus propios recursos, pues mal vamos. Es para hacerse mirar si esa conducta responde más a una necesidad narcisista.


Creo que en el caso de mi post responde más a mi idealización a vuestra profesión. No obstante, en muchas ocasiones, sí que se traslada esa imagen.


Como colectivo tendríamos que preguntarnos por qué está pasando eso y a qué responde.


Tengo que comentarte que en nuestra estancia detectamos cierto malestar de varias usuarias que se quejaban de que las trabajadoras sociales se encerraban en sus despachos. Se quejaban de que estaban dando citas de más de un mes (prácticamente igual que en sistema sanitario por otra parte) para poder acudir a su trabajadora social. Desde nuestro punto de vista: si hay más demanda y menos medios, la relación de precariedad es directa. ¿Se está produciendo un desmantelamiento progresivo de los servicios sociales?


No se está desmantelando de forma brusca. Todavía no, pero se están dando pasos en ese sentido. Poco a poco y sin que se note.


Respecto a la otra cuestión: dos semanas de lista de espera existe. Cuando no es una urgencia. Entendemos por urgencia aquellas situaciones que requieren una respuesta urgente y podemos dar esa respuesta urgente. ¿Qué más da que yo te atienda hoy para hoy, si la respuesta no te la puedo dar hasta dentro de dos meses? ¿Para qué vamos a tener una puerta de entrada tan grande y con tanta inmediatez cuando no vamos a poder responder? Además, también es una forma para que desde la Dirección protejamos a nuestro equipo. No queremos poner sobre la mesa de las trabajadoras de manera urgente nada a lo que no podamos dar respuesta, porque con eso conseguimos únicamente que se lleven esa angustia a su casa.


Si hay que entonar una crítica respecto a este tema entono el mea culpa. Es una decisión de este equipo directivo que las citas estén programadas con ese espacio de tiempo siempre que no haya una urgencia, es decir: una pérdida de vivienda repentina (alguien que se queda en la calle ese mismo día), una situación de violencia de género, un fallecimiento en el que no hay medios para dar una cobertura al difunto etc. Se trata de atender de manera urgente a quien podamos dar respuesta ahora y en este momento.


Has hablado de las potencialidades de las personas del distrito. ¿Podrías desarrollarlo un poco?


Como te he comentado tenemos unos recursos de proximidad increíbles. Tenemos en Distrito Norte cualquier servicio o prestación que se refleja en Google maps. Si pinchas ves que hay de todo en un radio pequeño. Si esto es así, es en parte al trabajo que han hecho las vecinas y los vecinos del distrito.


Somos el distrito más joven de toda la ciudad, la media de edad está cuatro puntos por debajo que cualquier otro barrio de la ciudad de Granada. Somos el más diverso. Tenemos barrios reconocidos como de interés arquitectónico nacional: el de Casería de Montijo que es un barrio maravilloso.


Tenemos el único parque de parkour de la Provincia de Granada. Que lo han construido los jóvenes.





Dime cosas buenas del trabajo social en los barrios del distrito. ¿Cómo se nota vuestro trabajo en la calle?


Nuestro impacto es muy pequeño, Óscar. Es un granito de arena en un dique muy pequeño cuando lo que está golpeando es un tsunami de unas dimensiones descomunales. Nosotras no tenemos capacidad de incidencia sobre lo estructural. ¿No sé si me explico?


Te explicas perfectamente pero no lo comparto. En la calle a las únicas que se requería era a vosotras y a los servicios sociales. Por muy pequeño que sea el impacto. Siempre estáis. A los demás: ni están ni se les espera.


Sí, siempre estamos, y nosotras somos ese dique de contención pero que a veces tienes la duda ética de si realmente lo estamos haciendo bien o lo que estamos haciendo es una contención para mantener una paz social, para que el sistema se sienta más cómodo en su propia perversión. A veces te preguntas: ¿Y si no hiciéramos este dique?


Qué buena pregunta.


Somos las dos caras de la moneda. Por un lado, intentamos que las personas a un nivel de factores situacionales y personales mejoren sus condiciones de vida, y en eso nos sentimos reconfortadas y realizadas profesionalmente, pero al mismo tiempo con ese mismo trabajo estamos formando parte de un sistema perverso porque estamos siendo parte de la contención social que hace que el sistema no reviente.


Dime algo bueno del post que escribimos…


Es que no hay por donde cogerlo. Todo mal. Te lo digo de corazón y eso que me lo he leído varias veces. Haces mención a mi querido Marco, si Marco hubiera leído ese texto te hubiera abofeteado con toda la mano abierta.


Tuve la suerte de trabajar con él y con Luz en el número 112 de la revista Servicios Sociales y Política Social: trabajo social en barrios[2]. Marco estaba mayor, pero puedo asegurar que la colleja hubiera sido de categoría. Bueno, al menos rectificar es de sabios ¿no?


Sí, además te alabo que no te hayas puesto a la defensiva argumentando la libertad de expresión y enrocándote en tu posición.


No. Es necesario reflexionar y mantener siempre un espíritu crítico con uno mismo y además coincido en su mayoría con lo que me has dicho y enseñado. Por eso estoy hablando contigo.

Bueno por rescatar alguna cosa: cuando hablas de las cosas del movimiento de SOS Servicios sociales y de las reivindicaciones está bien. Pero lo que hablas del territorio, no hay por dónde cogerlo.


Prueba error y rectificación. Es la historia de la humanidad. Seguimos adelante. Un placer hablar y aprender contigo Victoria. Te espero en el estreno del documental.




 

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